Llego
el día, el ansiado día, por fin la vería, llevaba tanto tiempo
esperando, iba a ir a la estación a recogerla. Me monto en el bus,
iba muy nerviosa, muy muy muy muy nerviosa, llevaba mucho tiempo
esperando ese día, el día en que nos conoceríamos en persona. Solo
nos conocíamos a través de Skype o de Whatsapp, muchas
conversaciones, muchos secretos...
Me
bajé del bus y no tardé apenas minutos en llegar a la estación,
llegue con 15 minutos de antelación, no me gustaba llegar tarde.
Esos 15 minutos se hicieron eternos, no podía estar quieta y por fin
empezaron a salir pasajeros, me puse más nerviosa aún, no salía,
ella no salía, pero cuando la vi, salí corriendo hacia ella y nos
dimos un abrazo largo de esos deseados, de los que no quieres volver
a soltarla por miedo de que se vaya, nos separamos y de pronto
nuestros labios se unieron, no sabía que hacer, me quedé inmóvil,
pero enseguida se separaron y yo los volví a unir, esta vez era yo
la que daba el beso a ella, sonrío y nos separamos, todos nos
miraban, la cogí de la mano y me la lleve a la calle, allí
estaríamos más tranquilas, sin mirones. Íbamos paseando por la
calle, la iba a acompañar al hotel porque no quiso quedarse en mi
casa a dormir, el hotel no estaba muy lejos de la estación. Durante
el trayecto se paró y me dio otro abrazo, esta vez más sentido, con
más ganas, llevaba demasiado tiempo esperando este momento, ella me
había apoyado y me hacía sonreír con un simple Hola o una sonrisa.
El
trayecto hasta el hotel se nos hizo corto, abrazada a ella, subimos
hasta la habitación me tumbe en la cama, mientras ella ojeaba la
habitación, cuando terminó, se tumbo junto a mi, mirábamos al
techo y se me ocurrió una idea.
-
Oye, preciosa ¿y si vamos a dar una vuelta a un sitio que hay super
bonito en mi barrio? - dije.
-
Vale, me encantaría – me respondió.
Dejó
allí su maleta y cogió solo su bolso. Nos fuimos a la parada más
cercana del bus, por el camino íbamos cogidas de la mano y de vez en
cuando nos parábamos y nos abrazábamos, llegamos a la parada y
vimos como el bus llegaba, nos subimos y nos sentemos al fondo que
había dos asientos libres, por el camino hablemos de muchas cosas, y
algún que otro beso se escapaba, nos bajamos en una parada cercana y
la lleve de la mano hasta uno de los lagos, nos sentamos y
contemplamos el gran lago y a los patitos que había.
Seguiamos
contemplando los patitos como nadaban y se movían, en silencio.
-
Patt y si vamos a dar y una vuelta y... - dije.
Me
calló con un beso y sonreí, nos separamos y ella me sonrió.
-
… y te termino de enseñar esto.
-
Vale, pero este lugar es precioso, me tienes que traer más – dije.
Nos
levantamos y dimos un largo paseo por el lugar, la lleve hasta unos
aparcamientos y nos subimos en el tejado para mirar el cielo,
tumbadas, juntas, unidas, me puse encima suya y empecé a besarla, la
deseaba mucho, de pronto me sonrió y me dijo:
-
Me encantas
-
Tú a mi más – respondí yo.
Seguí
besándola, paré cuando me sonó el movíl y me quité de encima,
era mi madre.
-
Elisa, cuando vas a volver a casa – dijo.
-
En media hora estoy allí – respondí yo, y me colgó.
Nos
bajamos de allí y caminemos hasta mi casa. No sabía si ella
querría conocer a mis padres.
-
¿Patt te importa si te presento a mi madre? – le pregunté.
-
Vale, aunque me daría muchísima vergüenza – me respondió.
-
Va no te preocupes, no come – dije yo.
Seguimos
caminando hasta llegar a mi calle.
Lleguemos
a mi casa, pegué en la puerta y enseguida abrió mi hermana, pasemos
las dos y se la presente a mi madre.
-
Hola, soy Patt, encantada – dijo Patt.
-
Hola soy Amelía, la madre de Elisa, igualmente – respondió mi
madre, y se dieron dos besos.
-
Y yo soy Cristina, encantada – dijo mi hermana.
-
Yo Patt, igualmente.
Otros
dos besos.
-
Bueno vamos a mi cuarto.
La
llevé a mi habitación, entró y se sentó en mi cama y yo a su
lado, me cogió de la mano y me dice:
-
¿Elisa te puedes quedar a dormir conmigo en el Hotel? Es que me da
un poco de miedo dormir sola.
Le
sonreí y le dije:
-
Le pregunto a mi madre, a ver si me deja.
Salgo
de la habitación y me dirijo hacia el salón, le pregunto a mi madre
y raramente me dice que si, vuelvo a mi habitación con una gran
sonrisa, cierro la puerta y me siento a su lado y le doy un pequeño
beso en los labios.
-
¿Eso es un sí? - me dijo.
-
Sí – respondí.
Cojo
una mochila y meto mi pijama, un par de cosas más y le digo:
-
¿Vamos?
Se
pone de pie y me responde:
-
Si estas ya lista, sí.
Le
doy un abrazo y salimos de la habitación, me despedí de mi madre y
nos fuimos hacía la parada.
El
bus tardó en llegar unos 10 minutos, estábamos de pie, Patt me
tenia agarrada por la cintura, nuestros cuerpos juntos, el tiempo
corría muy lento, le dije:
-
¿Patt nos hacemos una foto y se la enviamos a Leo?
-
Vale, espera que sacó el móvil.
Saca
su móvil y nos hacemos una foto, yo en primera plana y su cabeza
sobre mi hombro. Se la enviamos con un mensaje a Leo.
“Hola
Leo, por fin estamos juntas, Elisa y yo, aquí nos faltas tú, espero
que al final te dejen venir, dos grandes besos, de tus amigas. Te
queremos.”
Y
pulsa la tecla de enviar.
-
Ya está – dice Patt, con una gran sonrisa en la cara.
Vemos
como el bus se acerca y nos separamos, subimos al bus, nos sentamos
en dos sitios libres y Patt recibe un mensaje.
-
Es Leo – me dice.
“Hola
Patt y Elisa, al final no me dejan ir, mi hermana se a puesto mala y
me tengo que quedar a cuidarla mientras mi madre trabaja, salís
preciosas en la foto. Os quiero mucho, un besito desde el norte.
Me
lo hace leer y se me escapan una lágrimas, Patt me coge la cara, me
seca las lágrimas y me da un beso en los labios.
Casi
nos pasamos la parada, nos bajamos y caminemos hasta el Hotel.
Llegamos
al hotel, subimos a la habitación, ella abrió y paso, después me
invito a pasar. Solté la mochila y me tumbe en la cama, Patt abrió
su maleta y se puso ropa más cómoda, después se tumbo junto a mí.
Cerré los ojos y Patt empezó a hablar, pero no la escuchaba, de
repente, abrí los ojos y Patt se había quedado dormida, le di un
beso en la mejilla y se despertó, me cogió la cara y me dio un gran
beso en los labios, abrimos la cama y nos metimos en ella, nos
tapemos con la sabana y me abrace a ella por detrás, llevaba mucho
tiempo deseando dormir así, abranzandola, sintiéndola cerca, tan
cerca, ella cogió la mano y enlazo sus dedos con los mios, le dí un
último beso en el cuello y me quedé dormida.